Disonancias en al red
Por J.A. galaso Cerezo
Voy a intentar hacer un triple mortal con tirabuzón (debe ser que ayer estuve viendo los mundiales de natación por la tele) e hilar unos cuantos conceptos que hasta ahora han estado apareciendo como reflexiones independientes y creo que se merecen estar unidos en algunos aspectos.
Por un lado, cada vez entendemos que las redes sociales y la tecnología que da lugar a estos elementos sobre internet (recordemos el post de ayer en el que comentaba que hay que diferenciar ambas cosas) se están falcando como auténtico modelo de puesta en marcha de una revolución 2.0 dentro de las organizaciones. Por otro lado, he comentado varias veces que las disosnacias son un buen ejemplo de como cambiar valores (worth) y modelos dentro de una organización. Es decir, dos líneas de cambio que pueden ser unidas para conseguir mayor eficacia.
El primero de los artefactos consigue que la gente se organice y genere lazos de cohesión importantes para poner en marcha un proyecto o una actividad, además, lo consigue por algo esencial que es el liderazgo (si lo queremos entender así, o el mando por la competencia y no por la jerarquía), por lo que es posible que en una red social se organice de una manera diferente a la jerarquía de la empresa y eso ya es un gran primer paso.
Pero existe una contrapartida, las redes sociales suelen ser discriminantes, es decir, tienden a excluir de una manera natural a todo elemento que no guarda una cierta armonía con el grupo. Todos lo hemos vivido, y cuanto más tiempo lleva unida la red social más excluyente se vuelve, es como si volviera a copiar lo modelos de los que huyó en sus orígenes. Desde ese punto de vista la introducción de las disonancias parece una misión complicada.
Como ya he dicho en otros post, parece que las redes sociales se están convirtiendo en una especie de rebaños donde lo importante es mantener a las ovejitas juntas y que el rebaño sea grande, así lo pastoreamos mejor, por lo tanto si el objetivo es pastorear de disonancias nada. Acabamos de matar la innovación.
Es necesario enseñar a la red a disonar, a admitir en su seno a elementos diferentes que les hagan cambiar perspectivas y pensamientos, que les obliguen a repensar en los valores y a retomar su origen. Esto es factible, complicado, pero factible, porque la otra alternativa es más dura, consistiría en montar y desmontar la red constantemente en función de las necesidades a cumplir, lo que implica que la red no podrá generar necesidades propias y tenderá a desmotivarse.
Además, para utilizar el segundo método es imprescindible que todas las personas entiendan la red social como un entorno de trabajo y la plataforma tecnológica como el espacio del entorno, cosa que es complicada.
Para alguien sin oficina, es fácil deshaces lo hecho, no suelo tener mucho arraigo a las cosas, pero no es el caso habitual. Admitir a los disonantes dentro de la red es el reto para que las redes sociales se transformen en redes innovadoras y no acaben siendo estrellas fugaces.